Uno de los grandes problemas de Android es la seguridad, ya que hay muchas aplicaciones dentro de la Play Store que contienen malware y afectan a la experiencia del usuario con su dispositivo. Por esa razón, Google ha estado trabajando para encontrar una manera de resolver este problema, y ahora ha presentado una actualización a sus políticas de contenido, con la finalidad de brindar una mejor y más completa comunidad para los desarrolladores y los usuarios.
Dentro de estas nuevas políticas, destacan las que tienen que ver con la lucha contra la proliferación de aplicaciones que tienen nombres engañosos y las notificaciones de spam. Por ejemplo, de acuerdo con un correo electrónico enviado a los desarrolladores, Google señala que, a partir de ahora, nadie podrá hacer uso de los nombres o iconos de las aplicaciones que se consideren ‘confusamente similares a los de las aplicaciones ya existentes’, aunque no se detalló de qué manera se medirá la confusión.
Y en el caso de su lucha contra el spam, las nuevas políticas de Google Play contemplan lo siguiente:
- No colocar contenido repetitivo.
- La descripción de los productos no puede ser engañosa o cargada de palabras clave para intentar manipular el ranking o la relevancia dentro de los resultados de búsqueda de la tienda.
- Los desarrolladores no deben intentar cambiar el lugar de ningún producto dentro de la tienda, al calificar una aplicación varias veces, o al ofrecer incentivos a los usuarios que califiquen una aplicación con una alta o baja puntuación.
- Las aplicaciones que son creadas por una herramienta automatizada o un asistente de servicio, no deben ser registradas en Google Play con el nombre del operador de ese servicio en nombre de otras personas.
- No colocar ninguna aplicación cuya funcionalidad primaria sea: llevar tráfico afiliado a un sitio web, o proveer una vista previa de la web que no es administrada por ti (a menos que tengas permiso para ello).
- No enviar mensajes de texto, correo electrónico o cualquier otro tipo de mensajes a nombre del usuario sin darle la posibilidad de confirmar el contenido y el receptor.
Estas y más políticas rigen para todas las aplicaciones que sean subidas a Google Play a partir de ahora, y para aquellas ya existentes, Google les da un plazo de 30 días a los desarrolladores de las mismas para que las acomoden al nuevo sistema.