La Comisión Europea en su última Comunicación sobre Responsabilidad Social Empresarial (la anterior fue en 2006), traza un camino para mejorar las actividades económicas sostenibles entre las multinacionales.
La Comisión va a proponer tanto una revisión de la Directiva sobre Transparencia, de modo que impacte en las las empresas que cotizadas, como en Directivas sobre Contabilidad, con el objeto de implicar también a las grandes empresas que no cotizan en bolsa.
Según explican desde Bruselas, la revisión de la Directiva sobre Transparencia impedirá que los inversores se hagan secretamente con una participación de control en una empresa cotizada en bolsa, que es lo que se denomina “titularidad oculta”. Las propuestas de revisión de estas directivas se someterán ahora al examen del Parlamento Europeo y del Consejo de Ministros de la UE para su adopción.
Además, sostiene que “algunas medidas normativas pueden crear un ambiente más propicio para las empresas cumplan voluntariamente”. La Comisión anticipa que va a presentar una nueva propuesta legislativa en materia de reportes y la creación de un premio europeo.
Asimismo, plantea que se incentive a las empresas sostenibles aprovechando las políticas de la UE en materia de consumo, inversión y la contratación pública con el fin de promover la recompensa de mercado para una conducta empresarial responsable.
Bruselas plantea una nueva definición, más simple, de la RSE: “La responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad”. La anterior definición fue redactada en 2001 y sostenía que la RSE era “un concepto por el cual las empresas integran las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores sobre una base voluntaria”.
Sorprende la propuesta de creación de un premio público de carácter europeo para incentivar las políticas de sostenibilidad en las empresas.